23/3/12

El Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo Como Herramienta de Gestión y Conservación del Bien Natural y Social



Bosque nativo

La vegetación que conforma lo que llamamos “bosque nativo” ocupa, en la provincia de Córdoba desde el punto de vista biogeográfico, varios grupos de formaciones boscosas que poseen características más o menos diferenciadas unas de otras tanto por su distribución espacial como por su composición florística y estado actual: Bosques Chaqueños de Planicie (Oriental y Occidental), Bosque Chaqueño Serrano, Bosque del Espinal y Bosquecillos de Altura.
La superficie boscosa nativa hace poco más de 100 años ocupaba alrededor de 13.000.000 de hectáreas de las 16.500.000 de ha. que conforman el territorio provincial (más del 70 %), en la actualidad alcanzan a cubrir aproximadamente 3.000.000 hectáreas (18 %), de las cuales quizás apenas 500.000 ha. correspondan a bosques en condiciones “similares” a los originales. La mayor parte de estos bosques originarios fueron reemplazados por bosques secundarios, matorrales de sustitución, áreas cultivadas, espacios urbanizados y otras formas de intervención antrópica. Las causas principales de este retroceso son los desmontes, la explotación forestal no sostenible y los incendios forestales, entre otros.
Las consecuencias ambientales de la devastación y modificación del ambiente natural son numerosas y todas negativas: pérdida y fragmentación del hábitat, pérdida de biodiversidad biológica y cultural; erosión del suelo; inundaciones catastróficas; alteración regional del clima; aparición de nuevas plagas; empobrecimiento y despoblamiento de los pueblos campesinos con migración a las ciudades, hacinamiento y marginalidad; destrucción del paisaje como capital turístico; etc. Por otra parte, organismos internacionales como la FAO indican que la proporción de la superficie boscosa de un país con relación a su territorio debe mantenerse por encima del 25 % ya que por debajo de este porcentaje son esperables hechos ambientalmente negativos y lesiones graves al medio ecológico cuando dicha cifra desciende del 20 %. La situación es más grave aún si consideramos que estas presunciones están basadas principalmente en estudios realizados sobre bosques tropicales y/o subtropicales, de mayor productividad y capacidad de recuperación que nuestros bosques xerófilos, por lo que los porcentajes citados seguramente deben ser mayores para nuestro caso (30 %, 40 % o más dependiendo la zona).
Por otra parte, debido a que los bosques nativos son las formaciones vegetales que, ante una modificación de su estructura o disturbio, tardan más tiempo en recuperarse, esto si lo comparamos con otras formaciones como los matorrales y pastizales, las que proveen mayor variedad de ambientes y, por lo tanto, constituyen el soporte de la mayor parte de la biodiversidad de nuestra provincia, su conservación, recuperación y aprovechamiento bajo un modelo sostenible deben ser piezas fundamentales en la plataforma de gestión de los bienes ambientales de una región.
De la situación arriba expuesta, puede afirmarse que los ecosistemas boscosos de la provincia de Córdoba se encuentran en la actualidad en un nivel donde los procesos de degradación ambiental iniciados pueden ser irreversibles. En síntesis, nuestros bosques nativos deben considerarse en estado de EMERGENCIA y actuarse en consecuencia a fin de generar todos los procesos necesarios para revertir tal situación a un estado compatible con su supervivencia y recuperación.

Los bosques nativos remanentes de la provincia son áreas claves en términos de conservación de la biodiversidad. Los bosques chaqueños, (región Fitogeográfica Chaqueña), ocupan la mayor área forestal del país en general y de Córdoba en particular. Esta región es ecológicamente frágil y se encuentra sometida a un proceso acelerado de pérdida de su aptitud forestal, proceso en el que se conjugan los desmontes para la agricultura, la explotación forestal de carácter minero y las consecuencias negativas sobre los renovales de la ganadería de monte. Además en las zonas serranas los incendios forestales y el crecimiento de las ciudades afectan directamente a los bosques que en esa región persisten (Estudio Integral de la Región del Parque Chaqueño. Informe general ambiental. Red Agroforestal Chaco Argentina, 1999).

Desmontes para la agricultura. El permanente conflicto entre la necesidad de habilitación de nuevas tierras para la agricultura y los argumentos a favor de la conservación de los bosques, se resuelve siempre a favor de la agricultura, sin que existan criterios previos de evaluación ni de la aptitud productiva de las tierras, ni de la implicancia de los desmontes en la conservación de la biodiversidad biológica y cultural. Además, la realidad de los mercados inmobiliarios, indica claramente que el precio de una hectárea desmontada, puede quintuplicar el de una hectárea con bosque. Es de fundamental importancia planificar un ordenamiento territorial en función de la aptitud productiva de las tierras, que permita que los bosques adquieran un valor económico compatible con los múltiples servicios que prestan al hombre y a la estabilidad de los ecosistemas de la región.

Explotación forestal minera. La mayor parte de los bosques ha estado sometida a un proceso esencialmente extractivo. Durmientes para ferrocarriles, producción de tanino, postes para alambrados, leña y carbón y madera para fabricar muebles, han sido y siguen siendo factores que provocaron la extracción de grandes cantidades de madera, generando un marcado empobrecimiento en las masas forestales. El resultado, es la patética repetición de ciclos efímeros de producción, hasta que se agota el recurso. Por el contario, un bosque bien manejado genera beneficios para las comunidades que viven en su entorno, lo que es un argumento decisivo a la hora de enfrentar la alternativa de los desmontes. Más importante aún es la suma de servicios derivados de la presencia del bosque, en particular los que se refieren a las condiciones de vida de la población campesina que vive en ellos.

Ganadería de monte. Denominamos de esta manera a la actividad productiva que implica la introducción principalmente de ganado bovino y caprino dentro de ambientes naturales que mantienen el bosque nativo con sus tres estratos principales (árboles, arbustales mixtos y pastizal), por lo tanto, queda excluída de esta categoría el desmonte selectivo o raleo parcial del arbustal mixto y la posterior siembra de pasturas exóticas, que implica una actividad de mayor intervención sobre el suelo y el bosque nativo y que bajo el modelo productivo actual resulta incompatible con la conservación del bosque nativo ya que impacta de manera directa sobre el arbustal mixto (fachinal), principal destino de fijación del carbono de los ecosistemas forestales en la provincia de Córdoba. Además la actividad de desmonte selectivo en Córdoba se realiza principalmente en la región Oeste y Noroeste provincial, esta actividad la mayoría de las veces no cumple con los requisitos mínimos de cobertura, reservas forestales y diversidad solicitados por la Autoridad de la Aplicación de la Ley. La medidas de gestión (planificación y control) propuestas por la Autoridad de Aplicación del Estado provincial que deberían perseguir la disminución del impacto que esta actividad genera de manera directa o indirecta sobre la vegetación y fauna nativa, sobre el suelo y el agua, son ineficientes, carentes de capacidad operativa y muchas veces están sujetas a presiones políticas de los sectores de poder concentrado involucrados.
La presencia del ganado dentro de los montes nativos presenta generalmente un perfil tecnológico muy bajo. El apotreramiento es mínimo o nulo, lo que implica que las rotaciones entre potreros son igualmente restringidas. La actividad de ganadería de monte no es incompatible con la producción forestal como lo prueban los diversos esquemas silvopastoriles naturales y ancestrales, pero es clave la rotación del ganado en diferentes áreas, lo que permite un uso más eficiente de los recursos forrajeros, y el adecuado manejo de la capacidad de carga de la tierra. La rotación permite también manejar los renovales de las especies del bosque nativo que, entre otras cosas, posibilitan la renovación del ecosistema boscoso de interés forestal. Por el contrario, la presencia casi permanente del ganado en las áreas forestales, es uno de los factores que atenta contra la renovación del bosque. Además el sobrepastoreo afecta a las características físico-químicas del suelo, lo que contribuye a la degradación de los bosques y la desertificación del suelo.

Incendios y urbanizaciones. Estos procesos afectan fundamentalmente a los bosques de la zona serrana. Los incendios se cobran año a año, a pesar de la existencia de un Plan Provincial de Manejo del Fuego, miles de hectáreas de bosques, arbustales y pastizales, dejando terrenos “muertos” que tardaran décadas en recuperarse. Además en ciertas zonas serranas próximas a la capital se está produciendo un crecimiento descontrolado de las urbanizaciones, las que se realizan sin ningún tipo de planificación. Por ejemplo, algunos autores señalan que para el año 2020 el bosque de las Sierras Chicas se reducirá a menos de la mitad de la superficie que ocupaba en 1970 y el paisaje estará dominado por áreas urbanas extensas y continuas y con el bosque nativo reducido a pequeños fragmentos aislados en áreas de pendientes pronunciadas y alejadas de rutas (Gavier y Bucher, 2004).

El proceso de degradación del patrimonio forestal es una fuente de pérdida de biodiversidad. Revertir la actual situación de degradación de los bienes naturales de la provincia a través del desarrollo sostenible debe ser un objetivo central, fundamentalmente para elevar la precaria calidad de vida de las comunidades campesinas que viven de los recursos del bosque. Este desarrollo sostenible y sustentable debe estar orientado a crear las condiciones para que sean las organizaciones sociales quienes asuman paulatinamente la gestión de dicho proceso. La Argentina, como país signatario de diversos convenios internacionales como los de Conservación de la Biodiversidad y de Cambio Climático Global, se encuentra ante una situación crítica, en un verdadero círculo vicioso en el que la degradación de los Bienes y Recursos Naturales disminuye los ingresos y resta alternativas productivas. Esto a su vez genera más presión sobre los recursos, lo que acentúa los mencionados procesos de degradación.
Debido a que la mayor parte del territorio provincial presenta bosques secundarios en recuperación (no prístinos), es fundamental considerar que la conservación de las formaciones vegetales caracterizadas por la abundancia de especies arbustivas de dos a tres metros de altura (“fachinales” o “arbustales mixtos”) es indispensable como paso previo a la recuperación del bosque original. Estas formas vegetativas arbustiformes no colonizan territorios ajenos, no son “invasoras”, “intrusas o malezas leñosas”, ni “plagas”; simplemente re-ocupan espacios propios donde anteriormente había bosque (Cozo, 1995). Con frecuencia la sucesión secundaria que se instala ofrece escasos recursos útiles para las sociedades humanas, y ahí vienen las lamentaciones y hasta se auguran “rupturas del equilibrio ecológico”. Pero seguramente esas respuestas son útiles para que la naturaleza comience a restablecer la complejidad de sus relaciones internas. Este es un punto interesante: la naturaleza siempre tiene respuestas frente a todo tipo de agresiones, naturales y de las otras. Que no nos gusten o no nos sirvan esas respuestas es otra historia (Foguelman y González Urda, 2009). Con respecto a esto último, recientemente y con motivo del proceso que dio como resultado la sanción de la Ley Nº 9814/2010, de Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos se han escuchado diversas voces, algunas de ellas exclamando:….“Podemos entender y compartir la defensa de los BN como patrimonio social, cultural y ambiental, pero debemos entender que actualmente son pocas las zonas que podemos denominar bosque nativos prístinos, pues los que conocemos son resabios que hoy cumplen función ambiental escasa y empobrecida. Son fachinales en condiciones degradadas producto de la tala indiscriminada y el sobrepastoreo por falta de políticas y de control y en franco proceso de desertificación, agravada por la clausura impuesta que promueve la invasión de leñosas xerófitas”....; Otras voces expresaban que: …..”el Bosque Nativo degradado no brinda un servicio ambiental importante, y es totalmente superado por un sistema alternativo y sustentable como el silvopastoril con enriquecimiento arbóreo, que consigue superar con creces los beneficios ambientales que brinda aún un Bosque Nativo original” (Nota: La Voz del Interior, 3 de Marzo de 2009).
De lo expresado más arriba, sacamos cuenta que semejante sentencia no solo esconde espurios intereses sectoriales, sino que demuestra un desconocimiento de lo que la palabra bosque encierra, no solo un “parque” con árboles y una pastura exótica, sino mas bien una compleja estructura de árboles, arbustos y especies herbáceas nativas asociadas a otras tantas especies de fauna en un complejo entramado de interrelaciones, que incluye la presencia del hombre. Es incomprensible que los mismos sectores y corporaciones del agro que han causado la tala indiscriminada, el sobrepastoreo y erosión que denuncian, además del despoblamiento rural campesino, se levanten ahora como voces que claman por la defensa de sistemas de “desmontes selectivos” como la única manera de salvar y recuperar los bosques y de salvar de la miseria a sus habitantes.


Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos

El Ordenamiento Territorial de las masas boscosas es un instrumento político-ambiental instituido por la Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos N° 26331/2007 (Ley Bonasso), consenso entre preservación de los bosques nativos y desarrollo económico y social (Atala et al. 2008).
El Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos, incluye no sólo la visión de los especialistas en materia de medio ambiente, sino también los intereses, necesidades y conflictos que se dan entre los diversos sectores de la sociedad que realizan un aprovechamiento directo o indirecto de este bien natural. Este proceso de ordenamiento debe ser participativo y plural pues de allí surgirá el equilibrio que proporcione la mejor disposición espacial, sin desaprovechar la información que generan los sectores especialistas en la materia y que constituye la base para el debate sobre los usos más adecuados del territorio, (Arriaga Martínez y Córdova y Vázquez, 2006).
El o los objetivos del Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos deben contemplar, entre otras cosas, la conservación de las masas forestales nativas, la regulación de la expansión de la frontera agrícola-ganadera, hacer prevalecer los principios precautorio y preventivo, manteniendo bosques nativos cuyos beneficios ambientales o los daños ambientales que su ausencia generase, aún no pueden ser demostradas con técnicas actuales. Además se deben fomentar actividades de enriquecimiento, conservación, restauración, mejoramiento y manejo sostenible de los bosques nativos, etc. (Atala et al. 2008). Los objetivos de este proceso deben alcanzarse procurando el mayor consenso social sobre el uso del territorio y en particular del bien natural forestal, para que de esta forma, podamos crear una definición del territorio que permita la conservación del ambiente y de los bienes naturales, a través de un modelo de aprovechamiento sostenible.
El Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo (OTBN) pretende ser una herramienta de gestión que permita determinar, en base a las características propias del territorio y a sus perspectivas de vida, el uso que cada porción del mismo debe realizar y los mecanismos mediante los cuales ésta visión puede alcanzarse, brindando lineamientos y estrategias ecológicas cuya meta principal sea la preservación, protección, restauración y aprovechamiento sostenible de los bienes naturales (Atala et al. 2008).

La provincia de Córdoba a través de su cuerpo legislativo, durante el 2009 y 2010 debió analizar el proceso y programa de OTBN que la Autoridad de Aplicación de la Ley generó u otros proyectos provenientes de otros organismos del estado o la sociedad en general, entre ellos el proyecto elaborado por la Comisión de Ordenamiento Territorial de Bosque Nativo (COTBN), procurando hacer énfasis en aquellos criterios y parámetros que garantizas en el equilibrio entre la conservación del ambiente y del bien natural forestal y su aprovechamiento sostenible.
Finalmente de la Legislatura provincial, y con el apoyo de los tres partidos políticos mayoritarios, (Unión Por Córdoba, Unión Cívica Radical y parte del Bloque del Frente Cívico y Social), se aprobó un despacho presentado por la comisión de Asuntos Ecológicos de esa misma Legislatura que dio origen a la Ley de OTBN Nº 9.814/2010. Esta Ley no respeta el espíritu de la Ley Nacional N° 26.331, rige en todo el ámbito de la provincia de Córdoba, presenta una gran cantidad de artículos, considerados por los especialistas en materia jurídica, como inconstitucionales y violatorios de la Ley madre y su aplicación pone en serio riesgo las últimas hectáreas de bosque nativo de la provincia de Córdoba.
Mucho peor y desafortunado aún, y posterior a la sanción de la penosa Ley Nº 9.814/2010, fue la firma del Decreto provincial Nº 1.476/11 por parte del ex gobernador Cr. Juan Schiaretti. Esta normativa, de fuerte interés para los productores ganaderos del norte y noroeste cordobés y que representa la entrega total de los bosques nativos a la mesa de enlace de Córdoba, incluye en un anexo algunas precisiones en relación a la ley Nº 9.814/2010, y que están referidas a las prácticas permitidas en el manejo del bosque nativo. Todas ellas tienen el mismo carácter violatorio e inconstitucional contenido en la Ley 9.814/2010. Entre otras medidas, este polémico Decreto provincial propone la creación de una Unidad Ejecutora, que entre otras funciones, tendrá la de:

1. El tratamiento de los expedientes ya en trámite –relacionados con el manejo de estos ambientes.
2. la Unidad Ejecutora estará a cargo de un funcionario designado por el Poder Ejecutivo (Ministerio de Agricultura), en tanto que las unidades departamentales –que reportarán a la primera–también estarán a cargo de un funcionario con rango de jefe de departamento.
3. Realizar el monitoreo, elaborar y aprobar planes, evaluaciones de impacto ambiental, reglamentar compensaciones, la unidad ejercerá el poder de policía en las zonas de bosques nativos y podrá resolver sobre las infracciones y sanciones.

El proceso de Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo que proponía la Ley Nacional (Nº 26.331/07) planteaba un proceso de construcción donde el aporte de todos los actores sociales sea escuchado y tenido en cuenta por sobre todo interés personal y de las corporaciones económicas y grupos de poder. Un proyecto consensuado donde el objetivo final era la sanción de una herramienta legal Constitucional y Democrática que determine los mecanismos jurídicos ideales para propiciar la protección y conservación del patrimonio forestal nativo de la provincia de Córdoba, para nosotros y para todas las generaciones futuras que habiten el territorio provincial. Finalmente este espíritu de la Ley Nacional no fue respetado por nuestros representantes en la Legislatura Cordobesa y el ejemplo claro está en la sanción de la Ley de OTBN Nº 9814/10. De esta grave situación ya se hicieron eco diferentes instituciones, entre ellas, la Universidad Nacional de Córdoba, Universidad Nacional de Río Cuarto y el Defensor del Pueblo de la Nación. Este último, presentó un informe sobre la Ley de Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo, aprobada por la Unicameral. Esto informe surge luego de un pedido que realizara la Universidad Nacional de Córdoba a partir de la polémica suscitada desde la aprobación del proyecto. El escrito indica que la Ley 9.814/10 no se ajusta a lo requerido por la Ley Nacional (Nº 26.331), al tiempo que asegura que nuestra legislación no termina de ser efectiva para proteger los bosques nativos. Finalmente, llama a la Provincia a emplear las vías necesarias para asegurar el efectivo resguardo de este patrimonio natural.

Por este motivo y por todo lo expuesto más arriba, los miembros de esta Secretaría de Ambiente de La Cámpora Córdoba hacemos oír nuestra voz y en ejercicio de nuestro derecho ciudadano de expresión y libertad exigimos:

La derogación de la Ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos Nº 9.814/10, por tratarse de una Ley que no sólo no respeta el espíritu de la Ley Nacional madre Nº 26.331, sino que tampoco representa los intereses de la sociedad cordobesa en su conjunto. Éstos fueron claramente expresados durante el proceso de OTBN que llevó adelante la COTBN y que fue un proceso participativo histórico donde participaron diferentes sectores de la sociedad.
La urgente aprobación de una Ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos cuyo espíritu y letra refleje el equilibrio entre la conservación del bien natural y social denominado bosque nativo y el desarrollo sostenible. Una ley que apunte a la inclusión y participación de todos los habitantes y usuarios de este bien natural, (la sociedad en su conjunto), no solo a los grandes y medianos productores. Por otra parte, es fundamental que la protección de los bienes y servicios ambientales que el bosque ofrece se ubiquen por encima de los intereses económicos sectoriales, que atentan contra la paz e igualdad social.

La derogación del decreto Nº 1.476/11, firmado por el gobernador Juan Schiaretti y el Ministro de Agricultura Carlos Gutiérrez, mediante el cual el Gobierno provincial dispuso la creación de una unidad ejecutora con amplias facultades para intervenir en el estudio de expedientes, proyectos y planes relacionados con la aplicación de la ley de ordenamiento territorial de los bosques nativos Nº 9.814/2010.

La declaración de la Emergencia Forestal en el ámbito de toda la provincia de Córdoba.

El respeto de la voluntad popular, surgida de los procesos participativos y democráticos como el que, a través de la Comisión de Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos (COTBN) y luego de 2 años de arduo trabajo, dio origen a un proyecto de OTBN que finalmente fue ignorado por la mayoría de los Legisladores de la provincia de Córdoba, en lo que constituyó un papelón sin precedentes en la historia democrática de Córdoba.


Documento técnico de socialización y discusión Nº1


Córdoba, 19 de Enero de 2011.-



Secretaría de Ambiente 


La Cámpora, Córdoba – Año- 2012




PERONISMO PURO, KIRCHNERISMO AL PALO!!!