Los hay y las hay, las hubo y los hubo, los y las habrá siempre
Bajando de la montaña del norte y su caña de azúcar
Cruzando la meseta del sur y sus minas de carbón
Abriendo a patadas las fábricas del centro
Construyendo barcos y redes en los puertos
En unidades básicas o casas simplemente familiares
Con el mate o lo que sea
Sueñan o desahogan sus miedos
Salen a la calle
Y se suma el batallón de hermanos mirando al frente
Luchan
Luchan y algunos caen
Otros escriben y también caen
Desde aviones o mutilados caen
Pero no los matan
Los enemigos del pueblo ríen nerviosos porque saben que no los matan
Porque son árboles que esconden semillas en lo profundo
“La lluvia borra la maldad y lava todas las heridas del alma” (Dijo El Flaco)
Y llovió Néstor
Y llovió Cristina
Y llovieron flores! Y llovieron compañeros!
Porque los hubo donde ellos estuvieron
Y entonces los hay, las hay y cada día más.
