El Señor que
endeuda la provincia de Córdoba, el Señor del Código de faltas que atrasa la
justicia por lo menos 100 años persiguiendo pibes por portación de rostro, el
perseguidor de padres pobres que aisla a los sectores populares privatizando el
espacio público, el creador del Monstruo Cavallo, este señor que lleva las
iniciales DLS, en menos de dos semanas despreció frente a la concurrencia a dos
mujeres, a dos funcionarias: Carolina Scotto, Rectora de la Universidad
nacional de Córdoba y a Débora Giorgi, Ministra de Industria del Gobierno
Nacional.
El Señor DLS
con su escaso apego a la legalidad , acaba de cometer una afrenta a la
constitucion, a la justicia, confesando que no aplica por ley la reglamentación
del Jury de valuación rural, por el cual los grandes terratenientes, sus
aliados históricos, deben actualizar sus impuestos revaluando el valor de sus
tierras 13 años atrasado. Este señor dls discriminó a nuestros hermanos y
vecinos bolivianos, todo esto para transformarse en un títere, con perdón de
ellos, en un adalid de la deshilachada oposición mediática conducida por ese
otro señor Magneto.
Este señor,
de verdad defiende los trabajadores?
NO. No le
creemos en un contexto casi de plena producción automotriz como no sucede desde
hace más de 60 años, gracias a las políticas nacionales y populares para
generar producción nacional, trabajo genuino para el pueblo, para todos y
todas.
No le
creemos porque fundió la caja de jubilaciones y la única idea que se le cae es
pedir más dinero o postergar a los jubilados provinciales, que son una mínima
parte comparada a la cantidad de jubilados nacionales en Córdoba solventados
por Anses.
A este Señor
no le creen ni las propias autoridades francesas de Renault quienes
textualmente declararon: “ Estamos sorprendidos por la actitud del Gobernador
De la Sota con la Ministro de Industria Débora Giorgi: De la Sota se vende como
un hombre de negocios, pero estando en Córdoba nos dimos cuenta de que es un
engaño… …Usó nuestra inversión para castigar a la Ministra que a nosotros cada
vez que puede nos dá una mano…”
Nosotros no
le creemos porque mientras, el Gobierno nacional se desendeuda sin pausa para
que nuestros hijos e hijas crezcan en un contexto de país equitativo,
socialmente justo, con acceso al consumo y a la justicia, produciendo,
trabajando, cuidando nuestra industria nacional, sabemos que, este representante de lo viejo, de lo
colonial, de lo peor del neoliberalismo, también es un represor del pueblo y
sus trabajadores.