Nota de Caparrós: http://puedecolaborar.blogspot.com/2011/04/la-campora-segun-martin-caparros-el.html
Cuando se ha sido un periodista o intelectual de referencia, ver como se escapa la perdiz hacia rumbos desconocidos debe ser algo penoso. Lanata es el ejemplo, el peor sin duda, de aquellos que ejercieron de pseudo vanguardia en las peores épocas de nuestra aún joven democracia y que ahora se indignan, lloriquean y lanzan veneno por cada uno de los medios que les dan lugar (que no son pocos). Pino Solanas, decidiendo con un criterio estético quien debe servir y quien no (terrible exabrupto del otrora cineasta, hoy reconvertido en una especie de socialista anti-nacional a la manera de Justo: ideas de izquierda y prácticas y discurso antipopular – ver nota de Abril 2011 con Malnatti), hablando de votos “de baja calidad” cuando sus votantes proceden del distrito más rico, aquél que no casualmente erigió a Mauricio Macri en jefe de gobierno y figura nacional.
Lo de Martín Caparrós no llega a ese punto aún, por suerte. Sin embargo, el hombre parece no estar nada conforme con la presente recuperación de la mística militante, esa que Perón erigía en su doctrina como la primera de las bases del movimiento. Quizás, porque ese renacer de los mitos remonta su más reciente expresión a algunas de las consignas, ideales y referentes de la juventud que fue sucesivamente maravillosa, imberbe y detenida-desaparecida: la de los 70. Y su última expresión, casi viviente, es el ex Presidente Néstor Kirchner, figura cuya verdadera trascendencia en la historia y nuestro futuro político no podemos llegar a medir aún.
Caparrós satiriza en su nota ("Dejen de currar con los 70" – Argentinismos, Ed. Planeta) en especial a l@s compañer@s de La Cámpora. Es un escrito que, como suele ser el estilo del autor, entremezcla sarcasmo, humor, mucha subjetividad y algunos datos de la realidad. Sin embargo, hay también un desprecio y una “bronca” que me llevan a preguntarme: ¿Qué es lo que le molesta de verdad a Caparrós para impulsarlo a describir a nuestros/as compañeros/as de manera tan soez?
¿Será la reapropiación de los símbolos, algunos de ellos setentistas; el relanzamiento de la militancia, el nuevo fervor, que, sí Caparrós, es distinto que el de tu época, pero no deja de ser bienintencionado, deseoso de cambios, revolucionario?
¿Será que muchos de los dirigentes de La Cámpora tienen cargos ejecutivos de suma importancia? Parece que Martín no entiende que ese es parte del objetivo de esta agrupación: formar cuadros de gestión que posibiliten superar una brecha tan compleja en nuestro país: la que existe entre las ideas e iniciativas y las prácticas concretas, que son las más difíciles de modificar y están plagadas de resistencias.
¿O será acaso que nuevos actores suponen nuevos tiempos, y que así como el riesgo país dejó de ser relevante para l@s argentin@s, los intelectuales “anti-todo” empiezan a quedar fuera de lugar? Sobre todo cuando los cambios de hoy suponen sostener y profundizar una gestión de gobierno, no ya oponerse a todo y desconfiar de todo, como nos enseñaron en los 90 tantos periodistas convertidos en dueños de la moral.
Martín, es una pena que no veas en nosotros un renacer de la participación política de la juventud, como muchos creemos que es. Tampoco necesitamos de la aprobación de tod@s. Sabemos que dada la coyuntura política favorable a los avances seguramente no seremos tan heroicos como les toco ser a ustedes, enfrentados con poderes tan oscuros y cebados de violencia… pero también tenemos una estrategia, y consiste en democratizar, abrir el juego, gestionar e incluir. Te esperamos en Córdoba cuando lo desees para compartir experiencias y opiniones, y ojalá nos sintamos un día todos y todas parte de este Proyecto para dar vuelta una historia que nos pesa, pero también nos nutre, y fortalece.
Saludos
Daniel Hugo Vaca Narvaja
Prensa La Cámpora Córdoba
